El Instituto de Educación Superior "Roberto Themis Speroni" es una institución pública de gestión estatal. Es una unidad académica, ya que abarca desde el nivel Inicial hasta dos carreras de profesorado de Magisterio.
Tiene su origen en el Centro Pedagógico de La Plata, el cual inicia sus actividades en el año 1958 de la mano de las docentes Nelly Pearson, Marta Burnichon y Dorothy Ling, en la calle 511 esq 20 (en la actualidad funciona como Jardín Maternal y Centro Cultural). En el año 1984 el Gobierno Nacional invitó a los docentes del Centro pedagógico a formar el grupo inicial del I.E.S. R.T. Speroni, el que a su vez, y hasta la fecha, ha generado 15 emprendimientos educativos en todo el país (desde la provincia de Córdoba hasta la de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur) . Todos estos emprendimientos siempre se originaron por el decidido interés de las distintas comunidades por contar con una escuela con la singular propuesta que lleva adelante el I.E.S. R.T. Speroni.
Como un particular vínculo con la comunidad, el Instituto cuenta con un conjunto de música y teatro denominado "Los Fresnos", que periódicamente realiza conciertos y funciones de teatro de títeres abiertas al público, en las distintas escuelas anexas del Instituto.
El Instituto funcionó durante sus 10 primeros años de vida en edificios alquilados (en calle 13 y luego en barrio Nirvana), y desde el año 1994 ocupa su actual sede sobre el Camino Belgrano, de la localidad de City Bell, La Plata.
El que sigue es un texto escrito por autoridades del Instituto en el que cuentan su experiencia:
BREVE SEMBLANZA DE UNA EXPERIENCIA
EDUCATIVA
Nos toca como maestros del
Instituto de Educación Superior "Roberto Themis Speroni"
(Institución Pública de Gestión Estatal. Inicial. Primario.
Secundario. Terciario. Unidad Educativa. Provincia de Buenos Aires,
República Argentina), la difícil tarea de presentar nuestra Escuela
en unas pocas líneas. Tarea difícil porque el modo de llevar a cabo
nuestra labor tiene como fundamento -no siendo una escuela de arte-
la tarea artística, y sabido es que el arte no es algo que se pueda
expresar con palabras en su sentido literal.
La
propuesta pedagógica que presentamos comenzó en el año 1958 con
tres maestras y en la casa de una de ellas. Los alumnos fueron los
chicos del barrio y el trabajo de esos años, plenos de
descubrimientos, constituyeron los pilares de la tarea . Su marco
legal fue una Asociación Civil sin fines de lucro que se denominó
Centro Pedagógico de La Plata y estuvo a cargo de personas
hondamente preocupadas por el rumbo de la educación. Fue creciendo,
principalmente en número, ya que el modo de "echar a andar"
la Escuela todos los días, no ha variado desde entonces en su
sentido profundo; sí han cambiado aspectos vinculados al trabajo
cotidiano, pero no, repetimos, la esencia.
Por
el año 1984, el Estado Nacional Argentino, interiorizado de la tarea
y profundamente interesado en ésta, invitó a quienes propiciaban
entonces el trabajo, a incorporarse a la órbita del Ministerio de
Educación de la Nación. De este modo, y con el absoluto respeto por
la propuesta educativa, nuestra Escuela comenzó a ser parte de la
enseñanza oficial de nuestro país, es decir, Escuela Pública de
Gestión Estatal, y se caracterizó como una Unidad Educativa, con
los niveles inicial, primario, secundario y terciario. El nivel
terciario, con sus dos carreras de magisterio, formaría los maestros
que luego trabajarían en las escuelas que se fueran generando. A
partir de ese año la Unidad Educativa fue denominada como Instituto
de Educación Superior “Roberto Themis Speroni”.
Más
tarde, en el año 1994, la Institución fue transferida, como todas
las Escuelas Nacionales, a la provincia de Buenos Aires, donde está
situado el Establecimiento.
El
paso de los años hizo que algunos grupos de padres de comunidades de
otras provincias, preocupados por la educación de sus hijos, se
acercaran al IES “R.T.Speroni” para ver la posibilidad de crear
una escuela en sus pueblos o ciudades. Así, estableciendo contactos
con los gobiernos provinciales y/o municipales se han generado,
Centros Educativos en todo el país y en New Jersey, Estados Unidos
de Norteamérica (se adjunta al respecto información anexa). El
marco legal referencial de creación, en la mayoría de los casos,
fue por convenio. Estas escuelas no solamente están sostenidas por
los maestros egresados del I.E.S. "R. T. Speroni", sino
también por docentes y/o profesionales de otros ámbitos, los que
pueden incorporarse a la planta funcional mediante un previo sistema
de adscripción.
Como
decíamos al comienzo, difícil es poner en palabras el trabajo que
desarrollamos en nuestra Escuela por la índole del trabajo mismo y,
también, por su carácter de “experiencia”, aspecto este que
significa que nunca la teoría se antepone a la práctica. No es
posible enmarcar nuestra experiencia pedagógica en alguna teoría de
la educación debido a que su misma génesis no está determinada por
ninguna teoría particular, ya que a nuestro entender, constituiría
una primera delimitación y coto a la libertad que la nutre, una de
sus características esenciales.
A
nuestras escuelas las constituyen alumnos y maestros; no hay otro
personal además del docente; esto significa que toda tarea necesaria
para la marcha de la Escuela es hecha o bien por un maestro o bien
por un alumno. El trabajo que se realiza es posible porque se lleva a
cabo en pequeña escala; nuestras escuelas son relativamente chicas;
ingresan sólo alrededor de veinticinco alumnos por año, por lo cual
una planta funcional formada por un maestro por grupo de niños y un
director , es suficiente (cabe aclarar que en los niveles Secundario
y Terciario están también los docentes de área).
La
pintura, la poesía, la música, la danza y el teatro, como distintas
manifestaciones del arte y de la capacidad creadora del hombre, están
presentes diariamente en la Escuela, y, más aún, son el sostén de
todo el trabajo que maestros y chicos realizan. Dentro de este
contexto se desarrollan las áreas curriculares.
En
el arte y no en la técnica está el trabajo del mismo modo que lo
encontramos en el camino, en el proceso y no en el resultado. La
actitud de los más pequeños es la que nos guía en este sentido:
una total entrega en la realización de una pintura, por ejemplo, y
un caso más o menos omiso cuando la misma se halla terminada. Los
alumnos un poco más grandes pueden “preparar” durante un tiempo
extenso una obra de teatro, obra que representarán tal vez sólo una
vez. Algunos adultos –ajenos a la Escuela- suelen comentar que es
una lástima tanto trabajo para una sola representación. Tales
consideraciones muestran a las claras que no han comprendido que ese
tiempo de “preparación” es, en realidad, tan “obra de teatro”
como el momento de la representación ante el público. Esto es lo
que los alumnos saben desde el momento que ingresan a la Escuela: lo
que vale la pena es el trabajo, lo que se hace momento a momento y el
resultado se valora como una parte más de ese trabajo.
Del
mismo modo, no se plantea a los chicos la idea de que van a aprender
algo en determinado momento. La propuesta del maestro es siempre la
de hacer algo: cantar, bailar, leer, hacer matemáticas, etc.. Es
justamente en el transcurso de ese hacer, que el aprendizaje se
realiza pues todo en la Escuela tiene que ver con la experiencia.
¿Cómo
puede ser posible que los niños aprendan a leer si nadie les enseña?
Aprenden a leer por el interés que les despierta la palabra escrita.
Aprenden a leer porque leen desde el comienzo carteles con sus
nombres, con nombres de animales, con poesías, etc.. Aprenden a leer
porque hacen juegos con palabras escritas. Todo esto desde que
ingresan a la Escuela a los tres años; cada uno lee a su tiempo;
ninguno de los chicos
se verá apurado por el maestro para que lea, ya que leer debe ser
algo deseado por el niño y no, impuesto por el adulto.
Así
se aprende todo en la Escuela. Las Matemáticas, contando desde
pequeños, sumando, restando, resolviendo problemas de ingenio. La
Historia, escuchando relatos mitológicos y vida y costumbres del
pasado. La Geografía, mirando y dibujando mapas, etc.
El
material con el cual se trabaja es algo siempre muy cuidado. Las
versiones de cuentos o novelas son siempre originales y nunca
adaptadas; si se trata de ver fotografías, han de ser de máxima
calidad, al igual que los elementos de pintura (óleos, témpera,
pinceles, fibras). Los maestros no utilizan para el trabajo el
material que es diseñado especialmente para niños, ya que éstos,
generalmente, no consideran al niño como un ser capaz de interesarse
vivamente por distintos temas más allá de que pueda o no entender
algún vocabulario específico; lo que interesa en estos casos es que
puedan los chicos captar el sentido general de las cosas y, si algo
quedó sin aclararse totalmente, será lo que lo impulse a seguir
escuchando o investigando sobre el tema.
La
jornada tiene, como última actividad, el canto y la danza que se
realizan en una gran rueda de la que participan todos los chicos y
maestros. Es en esa ocasión en la que se convidan las galletas o el
pan que se hicieron en la Escuela.
Ya
sin alumnos, los maestros comparten un té o un almuerzo durante el
cual intercambian opiniones y conversan acerca de los chicos, del
trabajo en general o particular, en fin, de todos aquellos temas que
la marcha de la Escuela requiera. Es en estos momentos en los que se
realiza la evaluación, que siempre es conjunta y global y se
registra en un cuaderno; no existen las calificaciones ni los
boletines. Cuando los maestros o los padres tienen algo para decirse,
se concierta una entrevista y, en ese marco, se conversa aquello que
es necesario o se cree conveniente. Con las naturales variantes, en
forma análoga se desarrollan los días en los niveles secundario y
terciario.
Teniendo
en cuenta lo expresado, nos importa señalar lo siguiente: a) La
Escuela, en todos sus niveles, desarrolla los programas oficiales y
sobre esos programas oficiales se articulan las características que
venimos de señalar. b) Las cuestiones disciplinarias no se resuelven
con las llamadas “amonestaciones” sino que lo que se intenta es
una serena convivencia con pautas claras, pautas que en primer
término son para los maestros y de allí la comprensión y el
respeto que los alumnos despliegan frente a situaciones críticas. c)
La jornada laboral es más amplia que la exigida oficialmente puesto
que así lo requiere la tarea que se desarrolla. d) Intensa
participación de la Comunidad Educativa dentro de la Escuela. e) El
grupo de maestros y los alumnos prestan diversos servicios a la
comunidad: en el barrio, en los hospitales, en los asilos de chicos
huérfanos, en las escuelas de la zona llevando música, teatro,
talleres de distintas ciencias y en general aportando material
confeccionado por los alumnos y maestros. También se proyectan
películas con un equipo de cine portátil. f) Respuesta inmediata a
las invitaciones para recorrer nuestra propuesta pedagógica ante los
foros nacionales e internacionales. g) Nuestra Escuela es
internamente no graduada. Esto nos permite consustanciarnos con los
distintos “tiempos” de cada chico y así entonces no se alienta
lo que se conoce como “progreso” sino que se intenta recuperar la
alegría del trabajo por el trabajo mismo.
Son
hábitos cotidianos, simples, pero que adquieren tal significado que
los hace sentir como “en casa” y revalorizar cada cosa
Es
importante resaltar que para comprender y vivenciar profundamente la
tarea diaria, los maestros, en general, han participado de un
magisterio de cuatro años donde se recorre el mismo camino que
emprenderán los chicos.
Este
camino no tiene final, ya que es un constante trabajo con uno mismo,
que propicia la recreación de la propuesta educativa desarrollada.